Las Residencias Reales

Palacio Real de Carondelet (Quitburgo)


Palacio Real de Carondelet, en el Centro Histórico de la ciudad de Quitburgo.
Palacio Real de Carondelet, en el Centro Histórico de la ciudad de Quitburgo.

El Palacio de Carondelet es la residencia tradicional de los Príncipes de Quito, herederos de la corona, una vez que contraen nupcias. Debido a que la princesa Catalina aún vive con sus padres en el Palacio de El Ejido, Carondelet es ocupado por los Príncipes de Almagro, primos del rey Antonio II.

 

Está ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de Quitburgo, frente a la Plaza Grande, y en tiempos coloniales fue la sede del gobierno español en la Real Audiencia de Quito. Refaccionado por el barón Luis Héctor de Carondelet, presidente de la Audiencia a finales del siglo XVIII, recibió el nombre cuando Simón Bolívar visitó el edificio tras la independencia de 1824 y comenzó a llamarlo de esa manera, maravillado por el buen gusto del barón.

 

Al declararse el Imperio, en 1830, la familia real convirtió a Carondelet en su residencia oficial mientras se construía un nuevo edificio en las afueras de la ciudad. Se convirtió en el símbolo del poder del Monarca y de las decisiones políticas más importantes, por lo que en 1832 hubo un intento de asalto por parte de un grupo de seguidores de la tesis republicana conocidos como "los sapos", que provocó la asignación de mayores recursos para la construcción del nuevo Palacio debido a la inseguridad que representaba Carondelet.

 

Cuando la familia real se mudó a El Ejido, Carondelet siguió usándose para ceremonias protocolares debido a que se encontraba en pleno centro de la capital. Cuando la princesa María Teresa contrajo matrimonio con Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Gotha y Kohary, ambos invirtieron dinero de su propio peculio para refaccionar Carondelet, rediseñando las antiguas habitaciones de la familia en el segundo piso y convertiéndolas en salones protocolares. Ordenaron añadir dos pisos adicionales en el ala Oeste del edificio, donde fueron dispuestos los Apartamentos Privados con las habitaciones y salas familiares para la nueva pareja y sus seis hijos.

 

Entre 1865 y 1877 el Palacio fue ocupado por la princesa María Antonia de Kohary, madre del esposo de la emperatriz María Teresa. Tras su muerte se convirtió en la residencia del príncipe Leopoldo y su esposa, la princesa Blanca de Orleans, hasta su ascenso al trono en 1902, cuando el príncipe Antonio y su esposa, María Teresa de Borbón, lo convirtieron en su residencia oficial.

 

El 25 de enero de 1904 el Palacio fue escenario del secuestro del príncipe heredero Antonio y su familia, en represalia contra el secuestro del primer ministro liberal Eloy Alfaro por parte de los conservadores que reclamaban su renuncia. Alfaro finalmente fue depuesto por un acuerdo entre liberales y el Parlamento, que debió colocar a Leónidas Plaza, un liberal menos radical, en el Primer Ministerio, haciéndose el intercambio de rehenes en la Plaza Grande el 2 de febrero. Los príncipes seguirían viviendo en Carondelet hasta su ascenso al trono, en 1912.

 

En julio de 1915 el edificio fue asignado como sede de la Academia de Literatura, y como tal permaneció hasta 1931, cuando se mudó a su propio edificio. Durante esta época la biblioteca del Palacio fue enriquecida sobre todo con libros de autores quiteños y latinoamericanos, convirtiéndos e en la actualidad en la más importante colección del tema en el mundo.

 

El Palacio permaneció desocupado entre 1931 y 1933, cuando el príncipe Leopoldo Alfonso y su esposa, la princesa Beatriz de Borbón-Habsburgo-Lorena y Battenberg decidieron redecorar las estancias familiares del tercer y cuarto piso para convertirlo en su residencia oficial, pero debieron abandonarlo con el golpe de Estado de José María Velasco Ibarra en diciembre de 1936.

 

La princesa María Cristina, hija del nuevo emperdor títere que Velasco Ibarra había nombrado: Fernando de Braganza, se mudó al Palacio en abril de 1937, y lo ocupó hasta su propio ascenso al trono en 1948.

 

Entre 1949 y 1951 el edificio fue habitado por el príncipe Fernando de Habsburgo y Braganza, heredero de la emperatriz María Cristina. Sin embargo, tras la primera restauración Sucre, ocurrida en mayo de 1951, Carondelet fue inmediatamente ocupado por la princesa Victoria Antonieta y su esposo, el príncipe Guillermo de Wittelsbach, quienes refaccionaron varios salones de la planta baja entre 1961 y 1966, cuando fueron coronados como reyes de Quito.

 

Totalmente desocupado desde 1966, se convirtió en el Palacio de Gobierno de la República de Quito entre 1972 y 1979, al frente de la cual se encontraba el presidente Guillermo Rodríguez Lara, quien además estableció su residencia en los pisos superiores del ala oeste.

 

Tras la segunda restauración Sucre el Palacio fue ocupado por los Duques de Esmeraldas y los Príncipes de Almagro, tíos-abuelos y primos-segundos del actual monarca respectivamente, quienes llegaron al edificio en 1981 con la consigna real de convertir los dos primeros pisos en un museo abierto al público por temporadas restringidas, de tal manera que los costos de mantenimiento del inmueble pudiesen sustentarse solos ahora que un miembro de la familia real no vivía allí y por lo tanto no recibe rentas del Estado. A partir de enero del 2015 la Princesa Catalina también se ha trasladado a residir por su cuenta en sus propios Apartamentos del tercer piso del Palacio.

Visita la web oficial del Palacio de Carondelet.